martes, 6 de julio de 2010

Pero, ¿Has Visto?

Notaste que estaba en vos. Que podés encontrarlo si querés. Podés porque existe. Lo bueno existe.
Notaste que perdías el tiempo en pensar que habías hecho durante tu día. Que haciendo una pequeña cosa que te diera placer te colmaba y cumplía con tus expectativas. Y Cumplís. Porque terminar un sudoku en cinco minutos para vos es único. Porque decirle ¨Buenas tardes, uno veinticinco, por favor¨ al chofer te hace sentir educada y cordial. Porque servirle un café a tu viejo, que anda de malas, te hace sentir más hija. Vos cumplís. Cumlpís con vos.
Notaste que no hay una, sino varias canciones que te ponen de buen humor. Que podrías escucharlas al despertar y levantarte con una sonrisa. Bailar y gritarlas, porque cantarlas no basta. Explotás toda la energía que acumulaste en tus seis, cuatro, media hora de sueño.
Notaste que el dinero que usaste en el esmalte rojo carmín lo tenés puesto. Que lo han halagado. Te halagaron y te sacaron una sonrisa. Ahora expones tus manos como obras de arte. Y lo son.
Notaste que a él le gusta lo que cocinas. Le cocinás y comen juntos. Que disfrutan de la última porción de Lemon Pie de la bandeja. Que se te cae merengue italiano en la teta, ya talle 95, y le sacás una sonrisa. Te sale una sonrisa.
Notaste que desaprobaste los últimos exámenes y aún así te piden que pases al frente para dar la clase. Que te piden que el viernes le expliques. Que te emociona hablar de lo que te apasiona. Que te piden que sigas. Te miran como boludos y te sacan una sonrisa. Una sonrisa cien por ciento tuya.
Notaste cuan ridícula sos en tu soledad. Que te encanta que llegue la noche y contar los moretones producidos por tantas caídas bailando o corriendo por alcanzar el teléfono para recibir el mensaje ¨Duplicate¨. Te encanta darte cuenta, pasados los veinte minutos, que hablás con un gato y que le explicas las vías somatomotoras. Te encanta saber que podrías quedarte otras dos horas en la puerta de tu casa esperando que llegue alguien habiendo tenido siempre las llaves en tu mochila. Te reís a carcajadas.
Notaste que no tenés vergüenza. Que te reís de vos misma cuando te caes en el medio del aula, en el pasillo del laburo. Que preguntas pavadas en clase y hasta la profesora del seminario te imita y se ríe. Se ríen con vos.
Notaste que sabés amar. Que tenés esa capacidad. Que amás. Notaste que amás al viejo, la vieja, la amiga, el amigo. Notaste que te amás. Y te sale una de las más lindas sonrisas.
Notaste que soñar y tener metas te mantienen de pie. Que con alegría y amor es mas llevadero.

Notaste que nunca es tarde. Notaste que lo bueno llega. También existe.

lunes, 5 de julio de 2010

¿Has visto?

Notaste como vas perdiendo el tiempo. Que al llegar la noche, cuando horizontalmente pensás que hiciste en el día, no tenés respuestas. Que las buscas arduamente. Nada.
Notaste que no llegas al viernes con el dinero. Que al llegar el viernes a las cuatro de la tarde contás, revisas bolsillos, monederos y fondos de cartera. Nada, monedas.
Notaste que perdiste la cuenta de la cantidad de veces que te depilaste este año en vano. Nadie lo notó. Que todos notan tus cicatrices y tu piel seca. Nadie nota que te depilaste. Notaste que lo peor no es eso, lo peor es que nadie supo disfrutar de tu piel.
Notaste que tus desórdenes alimenticios ocupan un buen tiempo en tu cabeza. Que tu figura no es la misma. Que tu figura no será la misma. No serás. Y aún así no te importa y seguís en tu plan inconsciente de comer los días pares y hacer ayuno los impares.
Notaste que das y no te das. Que crees que todo el mundo merece mensajes y palabras de aliento. Que merecen tus oídos. Sos un par de orejas. Sos autocrítica. Que no te das. Nada.
Notaste que cuatro horas no son suficientes. Que no sos autosuficiente. Que no pedís ayuda. No querés. Que esperas hasta último momento, cuando estás por caer.
Notaste tus años en el espejo. Que no hay arrugas, no hay manchas ni canas. Que simplemente envejeces de a poco y te preguntas que has hecho. ¨Nada¨ respondes.
Notaste, también, que te sentís sola. Que a pesar de tus esfuerzos por quererte para querer aún no se ven los resultados. No hay recompensa. Que te gusta y está. Pero no es suficiente.
Notaste cuan ridícula sos en tu soledad. Que te gustas y luego te aborreces. Te gustan tus pies, no te gustan tus manos. Te gusta hablar de la carrera pero optas por callar cuando recordás que desaprobaste los últimos dos exámenes. Que soñás despierta y el te sigue el juego. Y nada.
Notaste que en este último mes no hubo un día en el que no te hayas enojado con alguien. Que la pasaste mal. Que hilando fino, muy fino no te llevas bien ni con tu padre. Tu superhéroe.

Notaste el vacío. Tocaste fondo. No podés creer que todo sea tan crudo. Pero no te diste cuenta que sólo te quedaste mirando lo negativo. Lo más opaco y más oscuro. Lo que te hace ser humano pero te hace sentir monstruo.

Notaste que lo bueno llega. También existe.

lunes, 21 de junio de 2010

Cien Barrios Porteños

Existe todo el interés y las ganas del mundo de recuperar el tiempo que perdí en él, en ellos. Mi tiempo, ese que no quiero o quiero tan poco. Haciendo lo que me gusta con quien me plazca, en el momento y el lo que el lugar dicte. Salir en busca de aventuras como quien, con suerte puede, viaja al primer mundo a la deriva. Cada lugar tiene algo para contar. Y la gente. Y yo. Quiero aventura, un mapa y unas monedas de cincuenta y veinticinco. Cortar la rutina una tarde, una noche. Regresar nuevamente a lo que me apasiona. Darme el lujo de ser y sentirme joven. Conocer y hacerme conocer. Quiero decir ¨No me arrepiento de haber ido pero no quiero volver¨. Observar, mirar, recibir la mirada. Sonreír con complicidad. Vamos de nuevo. Vamos. Arriesgarme a salir de mi caparazón de tortuga. Que vengan mis Sharpies®, mi Bic y mi libretita. Ver bandas que no quiero o no hubiese querido hace un año. Abrirme. Perderme y quedarme tranquila que arreglamos con Leyon ¨En Flores, Nazca y Rivadavia¨, ¨En Palermo, Coronel Díaz y Santa Fe¨. Concretar en hechos la libertad que desde hace rato uno escribe.












Cien barrios porteños
Letra: C.Petit
Música: Rodolfo Sciammarella

He querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor,
y no tengo motivo más lindo
que brindarselo en una canción.

Cada uno encierra un recuerdo,
cada uno me trae una emoción.
He querido rendirle a los barrios
un sincero homenaje de amor.

Barracas, La Boca, Boedo,
Belgrano, Palermo, y Liniers,
Urquiza, Pompeya, Patricios,
San Telmo y Flores, mi barrio de ayer.

Balbanera, Caballito,
El Retiro y Monserrat,
Villa Crespo, Almagro y Lugano,
Mataderos y Paternal.

Yo soy parte de mi pueblo
y le debo lo que soy,
hablo con su mismo verbo
y canto, canto con su misma voz

Cien barrios porteños,
cien barrios de amor,
cien barrios metidos
en mi corazón.

sábado, 19 de junio de 2010

Los NO, los ni en pedo. (Del hombre)

Egoísta. Manipulador. Rata. Mujeriego (superando el rango normal, claro). Aburrido. Poco curioso. Depresivo. Absorbente. Dependiente. Necio. Terco. Ignorante. Cómodo. Mamero. Político. Inerte. Codicioso. Burgués. Materialista. Soberbio. Impulsivo. Rencoroso. Vividor. Víctima. Narcisista. Competitivo. Arrogante. Prejuicioso. Destructivo. Autodestructivo. Paranoico. Negador. Estructurado. Adicto (a diferencia del cigarrilo, sería muy hipócrita de mi parte). No nacionalista. Vueltero. Sumiso. Desagradecido. Cobarde. Reservado. Intolerante. Inescrupuloso (que no tiene escrúpulos). Complicado. Meticuloso. Maricón. VAGO. Autoritario. Omnipotente. No productivo. Hipócrita. Que no valore. Maleducado. Irresponsable. Inestable. Ortodoxo. Irrespetuoso. Hijo. Maestro Ciruela. Colgado. Vengativo. Despreciativo. Misterioso. Caprichoso. Cagón. Entre otras cosas aún no definidas.

Si usted es hombre y pretende algo de mi, por favor lea esto y haga autocrítica. No me haga perder tiempo. Muchas gracias.


Lo que no es, no es.

A veces dejar las cosas por escrito sirven para tenerlas definidas, en concreto. En mi caso de vez en cuando realizo una catarsis y me entero de algo que siempre estuvo y no lo había notado. Hace un tiempo hice una lista en donde especifico con claridad, y algo de mal humor, las cosas que no me gustan. Después de varias discusiones conmigo misma me decidí a publicarlo. Tal vez algún ser humano que comparta conmigo y lea esto comience a entender un poco más. Go!

No soy familiera. Mi familia me crió para que yo me haga sola. La madre más fálica, el padre más autodidacta y la Babu tan... sola.
No tengo buena memoria.
No me gustan los cambio de planes y mucho menos sobre la hora.
No me gustan los mensajes vacíos de contenido, inargumentables, injustificables.
No me gusta la injusticia.
No me gustan las ojotas, me hacen doler el pliegue entre el dedo gordo y el índice. Amo andar descalza.
No tolero que la gente se victimice por no poder sostener un dicho, o simplemente, por orgullo.
No me gustan los cobardes.
No me gusta mi mal humor. Lo odio.
No me gusta que no se respeten los tiempos y/o momentos de otra persona.
No me gusta que las personas no hablen en el momento adecuado. Después estallan y es lo suficientemente tarde como para que se vaya todo a la mierda.
No me gusta que la gente no reconozca la edad que tiene y no actúe como tal.
Odio la playa. Amo la montaña.
ODIO no encontrar la manera de calmarme.
Me molesta la gente que no toma partido propio y pretende quedar bien con todo mundo.
No me gusta llorar en público.
Me intimida expresar mis sentimientos.
Me cuesta un huevo aceptar y hacer contacto físico en público.
Me encantaría que inventaran un juguete que se pueda golpear y golpear y golpear y que nunca se rompa. Que no sea el puching ball.
Me encanta cantar y bailar de manera ridícula.
Detesto que no se valoren mis progresos.
No se como reaccionar ante una traición.
Suelo pensar más en el resto que en mi y la mayoría de las veces termino rota.
Mi filosofía de vida se basa prácticamente en Disney y me siento orgullosa.
Desde los 16 años me acompaña Mauricio, un oso pardo.
Me gustan los seres vivos. Mi animal favorito el Guepardo, me encantan los felinos.
Soy fanática de los sudokus.
A los veintidós años jugué por primera vez al Pump it up.
Amo Mendoza.
Amo a Cortázar.
Amo Argentina.
Si no fuera argentina hubiese querido nacer en México.
Se guardar secretos.
Sufro de alergias tan grandes que a veces no me dejan dormir.
Dejé de fumar pero ahora me fumaría un pucho.
Me gustó siempre el mismo tipo de hombre.
Odié siempre el mismo tipo de hombre.
Me gustan mucho los hombres.
Tengo una terrible debilidad por los hombres.
Creo ser leal.
Detesto cuando las cosas se me van de las manos, no lo se manejar.
Soy la típica mujer fálica, pero a veces se amar.

Y hasta acá llegó mi amor.

sábado, 27 de marzo de 2010

Suspiro, sonrío y sigo.


Será que nunca dejé la montaña.

Me acuesto y antes de quedarme dormida pienso en la siesta. Siesta de largas horas, de otoño frío y de hojas secas. La frazada pesada que nos cubre, nos protege del resto. La ropa interior que nos cubre y nos provoca. La curiosidad por el cuerpo en horizontal, la postura del otro. El movimiento, el esperar del otro. Perder toda noción de tiempo, espacio y realidad. Perder la consciencia con el otro. El otro. Medirnos las manos. Buscar lo característico en el iris del otro. Entre tanto asomar un pie porque morimos de calor. Mirarte los pies. Tocarnos la cintura. Perderse callados en la coreografía de una siesta.

No fui yo, fue el otro.