lunes, 5 de julio de 2010

¿Has visto?

Notaste como vas perdiendo el tiempo. Que al llegar la noche, cuando horizontalmente pensás que hiciste en el día, no tenés respuestas. Que las buscas arduamente. Nada.
Notaste que no llegas al viernes con el dinero. Que al llegar el viernes a las cuatro de la tarde contás, revisas bolsillos, monederos y fondos de cartera. Nada, monedas.
Notaste que perdiste la cuenta de la cantidad de veces que te depilaste este año en vano. Nadie lo notó. Que todos notan tus cicatrices y tu piel seca. Nadie nota que te depilaste. Notaste que lo peor no es eso, lo peor es que nadie supo disfrutar de tu piel.
Notaste que tus desórdenes alimenticios ocupan un buen tiempo en tu cabeza. Que tu figura no es la misma. Que tu figura no será la misma. No serás. Y aún así no te importa y seguís en tu plan inconsciente de comer los días pares y hacer ayuno los impares.
Notaste que das y no te das. Que crees que todo el mundo merece mensajes y palabras de aliento. Que merecen tus oídos. Sos un par de orejas. Sos autocrítica. Que no te das. Nada.
Notaste que cuatro horas no son suficientes. Que no sos autosuficiente. Que no pedís ayuda. No querés. Que esperas hasta último momento, cuando estás por caer.
Notaste tus años en el espejo. Que no hay arrugas, no hay manchas ni canas. Que simplemente envejeces de a poco y te preguntas que has hecho. ¨Nada¨ respondes.
Notaste, también, que te sentís sola. Que a pesar de tus esfuerzos por quererte para querer aún no se ven los resultados. No hay recompensa. Que te gusta y está. Pero no es suficiente.
Notaste cuan ridícula sos en tu soledad. Que te gustas y luego te aborreces. Te gustan tus pies, no te gustan tus manos. Te gusta hablar de la carrera pero optas por callar cuando recordás que desaprobaste los últimos dos exámenes. Que soñás despierta y el te sigue el juego. Y nada.
Notaste que en este último mes no hubo un día en el que no te hayas enojado con alguien. Que la pasaste mal. Que hilando fino, muy fino no te llevas bien ni con tu padre. Tu superhéroe.

Notaste el vacío. Tocaste fondo. No podés creer que todo sea tan crudo. Pero no te diste cuenta que sólo te quedaste mirando lo negativo. Lo más opaco y más oscuro. Lo que te hace ser humano pero te hace sentir monstruo.

Notaste que lo bueno llega. También existe.

No hay comentarios.: