Quiere ser maldad y no lo es. No lo creo. Quiere ser villano.
Al contrario. Se sabe, además, que entre seres como nosotros el carisma le gana a la fuerza. Somos carismáticos y optamos por éste carisma como modo más simple y abrumador de batalla frente al otro. Y después la influencia, la

Todo esto si la ecuación de Bohr lo permite.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario